Hay un séquito de ovejas blancas.
Como con las garzas, su blancura es seña de pureza.
Hay una con un destino disidente, "Mácula" su nombre,
y con escarnio, un cuervo consecuente le lacera para siempre.
Uno tras otro, los piquetes le recuerdan su condena...
Día por día, orto tras orto, le presentan su ignominia.}
Oveja desairada por el mundo.
Tu destino es el incesante santiamén de los piquetes.
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1 comentario:
mi muy kerido aungusto me he sentido obeja y eso no es bueno pero ya k
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