He aqui los vestigios de una araña deprimida. ¿Qué significa esta rutina de morir; de vivir al día? Siento frío y temo por no padecer el hambre interna que motiva.
Temo por mí. Es mejor que ver al mundo.
Plegaria contra el caos
JESUCRISTO SUPERESTRELLA
Jesucristo Superestrella se presentò de Abril a Junio de 2009, con todo y las peripecias de la influenza porcina.
Un cristianismo festivo, vivencial y hasta irreverente no ruborizò las mejillas de los sacerdotes que custodiaban las iglesias donde se presentò el show. Los teatros y sus luces permitieron que el resperable màs urbano y màs indulgente, recibiera la pasiòn de un Cristo iracundo, enamorado, y taciturno.
La ciudad con sus espacios marginados, permitiò que los leprosos teatrales subieramos a escena. !El aplauso indulta y alimenta!. El cristianismo heterodoxo y festivo hizo de las suyas.
El bosque...
Tengo miedo de tanta verdad, y temo por lo frívola que puede ser tu voz. No quiero verme entre aquella gente creada en serie. No quiero que pasen los tres días, y descubra que el látex no sólo te almacena, sino te conforma. Tengo tanto miedo de perderme con mis pensamientos. Al margen del bosque, los árboles padecen...
ESCARNIO II
Hay un séquito de ovejas blancas.
Como con las garzas, su blancura es seña de pureza.
Hay una con un destino disidente, "Mácula" su nombre,
y con escarnio, un cuervo consecuente le lacera para siempre.
Uno tras otro, los piquetes le recuerdan su condena...
Día por día, orto tras orto, le presentan su ignominia.}
Oveja desairada por el mundo.
Tu destino es el incesante santiamén de los piquetes.
Como con las garzas, su blancura es seña de pureza.
Hay una con un destino disidente, "Mácula" su nombre,
y con escarnio, un cuervo consecuente le lacera para siempre.
Uno tras otro, los piquetes le recuerdan su condena...
Día por día, orto tras orto, le presentan su ignominia.}
Oveja desairada por el mundo.
Tu destino es el incesante santiamén de los piquetes.
PIERROT III
Hay pequeños claveles que marchitan en febrero
y hay crisálidas hambrientas feneciendo ante el alba de equinoccio.
Hay un pierrot famélico cuyo sopor intimida a toda la bóveda celeste, y mil demonios risueños que pretenden expulsarse.
Tomo la botella de whisky y les obligo al silencio.
Hay un sitio donde los demonios se sublevan del silencio. Disintiendo de todo lo habitual: de las grandes amistades, de la tragedia por no tener un buen gusto...
Los nacos confinados en la Tierra de Oz.
MONA 2007
MONA
Celoso -tonto- de la misma noche,
camina alterado por Ciudad de México.
Ansioso de una mona para su sórdida rutina;
es noche, es viernes,
su pelo largo y el rostro perforado.
Inhaló con el amor de esta ocasión;
charló de poemas, de Lorca, Y de margaritas con Daniel.
-Patético payaso detrás de catedral-
Celoso -tonto- de la misma noche,
camina alterado por Ciudad de México.
Ansioso de una mona para su sórdida rutina;
es noche, es viernes,
su pelo largo y el rostro perforado.
Inhaló con el amor de esta ocasión;
charló de poemas, de Lorca, Y de margaritas con Daniel.
-Patético payaso detrás de catedral-
MONA 2007
MONA
Celoso -tonto- de la misma noche,
camina alterado por Ciudad de México.
Ansioso de una mona para su sórdida rutina;
es noche, es viernes,
su pelo largo y el rostro perforado.
Inhaló con el amor de esta ocasión;
charló de poemas, de Lorca, Y de margaritas con Daniel.
-Patético payaso detrás de catedral-
Celoso -tonto- de la misma noche,
camina alterado por Ciudad de México.
Ansioso de una mona para su sórdida rutina;
es noche, es viernes,
su pelo largo y el rostro perforado.
Inhaló con el amor de esta ocasión;
charló de poemas, de Lorca, Y de margaritas con Daniel.
-Patético payaso detrás de catedral-
EL ASNO DE ORO I
Soy un asno negro bañado en oro. Soy despuès la inmundicia . Tomo sin quererlo esta forma que, conveniente dilata las pupilas de una dama; èsta se aproxima, acaricia mis narices, tienta mis pesuñas y besa mis orejas.
Bastardo y obseno la ofendo con mi imagen burda. Su lecho inmaculado y fino por los petalos de rosa...
Cuando me doy cuenta estoy encima de ella. Sus gemidos en conjuciòn con mis mujidos destilan làgrimas del firmamento emulando los peores sonidos del averno. !Se conmoviò la luna! !Se apenan los jilgeros! !Qùe portento!.
Mis toscas pesuñas rasgan sus vestidos, mi baba inmensa perturba su pàlida piel. Mis torpes colmillos trituran sus bragas y tributan con esmero al desenfreno, al exeso, al frenesì...
Al orto se vuelven mis maneras de hombre negro, me olvido de ella, me espera la mañana...
Soy el ùnico jumento que desquicia las caricias femeninas, por mi condiciòn de asno y mio atavìo dorado. cPach
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